[Día 4]

...Puso el otro // Racismo No!

La adolescencia: se podría decir que es ese periodo entre los 13 y los veintitantos donde uno llora sin saber porque.
¿A quien no le ha pasado caer en una depresión sin motivo alguno? La lluvia, el aburrimiento, el calor, el pelo sucio, son algunos de los motivos por los cuales estos seres tan simpáticos –los adolescentes- pueden llegar a sentir tan hondos e indeseables sentimientos.
A todos nos pasa, es algo de lo que no podemos escapar; sin ir mas lejos, pocos días atrás, éste estado de animo me ataco sin previo disparador, aunque en ese momento no podía pensar eso, la soledad, el fracaso y todas esas cosas son las que afloran y vienen a nuestra cabeza, opacando de forma inmediata lo que tenemos alrededor, nuestros logros, acciones y todo aquello que ha evitado caer en la depresión en aquel precioso lapso de tiempo entre bajón y bajón.
¿Soluciones? No se si las hay. Quizás lo mejor sea ocupar nuestra mente en algo ameno, digno de perder el tiempo, la televisión, cine, música, libros, etc. En mi caso, de manera casual, me vi. envuelto en un “algo” que afloro de inmediato la risa, la ternura y el amor; ¡claro! Mr. Bean.
Ya hacia largo tiempo que no veía nada de el, y en este caso, al prender la tele y para grata sorpresa mía, encontré aquella vieja e hilarante película de este ser tan increíble. Se trata básicamente de Mr. Bean, un cuidador en un museo, que lo mandan junto a un importante cuadro a EEUU, no recuerdo bien si lo mandan por error, por vendetta, ¡bah! ¡Eso es otra historia!
Lo interesante era que ese cuadro, que sufre toda clase de cosas graciosísimas generadas por Mr. Es repatriado por un general, un ser tosco y bruto, antipático y con rasgos fascistoides…un general. El cual, no tiene como finalidad artística el traer el cuadro, sino una finalidad nacionalista, de simple orgullo yankee.
Mañana –esto fue emitido el jueves 11- se conmemoran los 515 años del “descubrimiento” de América, cuando Cristo(bal) llega a las Indias, pero, vaya sorpresa, encontró unos nuevos pedacillos de tierra, de los cuales, de ahora en más, pasarían a extraerse oro, cacao, plata, vacas, tabaco, coca y demás.
Las tribus indígenas autóctonas fueron transformadas al catolicismo, aunque en su mayoría fueron exterminadas, y pasó el tiempo y llegamos al día de hoy, en donde Latinoamérica sigue siendo subordinada de Europa, pobre y un lugar del cual se sacan a módicos precios mucha, pero mucha materia prima.
La gente en esta sucursal del tercer mundo logra pasar hambre y diversas penurias del tipo económica, por lo cual, en estos últimos años, muchos han decidido ir a probar suerte a aquellos países que a cambio de oro, plata, cobre y demás nos dan unos espejitos tan lindos. Naturalmente, al creerse superiores los europeos, utilizan esta masa como mano de obra excesivamente barata. Pero no solo eso, sino que, además de todo, se dan algunos lujillos para con ellos; la discriminación.
Mañana –repito que este programa fue del jueves 11- por alguna razón, se “celebra” el “Día de la raza”, pero, en el mundo entero sigue habiendo discriminación étnica (y de varios otros tipos), y los que más la sufren son aquellos que por el simple delito de ser pobres, han de abandonar sus hogares para, mediante la humillación, lograr algún sustento para no morir, y son marginados, discriminados y sometidos a cualquier cantidad de sanciones sociales, por eso, mi más sincero deseo, de que el próximo 12 de octubre, ya no existan diferencias raciales (ni sexuales, culturales y demás) y que el ser humano aprenda a mirar al ser humano no como un negro, sudaca, judío, puto ni ningún otro epíteto que contribuya a la discriminación, sino, que vea a los demás, como lo que son…seres humanos.